La técnica de la fajina o bahereque consiste en un entramado de cañas o fibras naturales, generalmente dispuestas en 2 sentidos (horizontal y vertical, o ambos en diagonal), formando una estructura independiente que se llena con una mezcla de tierra por ambos lados.  
La calidad de la tierra puede ser mejorada con el agregado de fibras o aligerada con arena.  
Posteriormente al llenado se hace una capa de revoque y si se encala se conseguirá mayor durabilidad, luego de secado. Los vanos deben hacerse al formarse el armazón, generalmente cruzando a modo de dintel un grupo de alambres de púa o simplemente una madera. 
Se utiliza generalmente para muros interiores y puede clasificarse como cerramiento liviano. Su espesor es menor que en muros con otras características. Dada su forma de construcción, la fajina es menos resistente a la acción de la lluvia, por esta razón su mantenimiento debería ser constante cuando es usado al exterior. Se habla de estructura independiente ya que la estructura se mantiene firme y el relleno de barro si es destruido se hace nuevamente.  
En caso de instalaciones eléctricas, las misma van por dentro del entramado antes de ser llenado. Es una técnica sencilla e implica una velocidad de construcción rápida.  
   
   

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